13/1/10

PODER AMARTE



Pedirte a Ti que me ates a la más bella Presencia. ¡Qué dichosa petición!

Alegría de alegrías: sentirte y saber cuánto estamos en tu pensamiento.

Qué bello es crecer, madurar, conocer, confiar. Ver con ojos de criatura amada, no de hacedor de mi destino. Confiar en la senda que el Amor tiene para mi ser.

Que me ayudes a ver mi vida como el preciado e incomparable regalo que es.

Que me permitas, Bondadoso, poder amarte, sentir tu cuidado constante.

Que con tu magistral simplicidad me hagas saber cuán amado e importante soy a tus Ojos.

Que la duda y la confusión desaparezcan de mi existencia.

Lo material en demasía no trae la satisfacción real. El verdadero éxito, la auténtica joya de la plenitud se halla en lo profundo del corazón.

Vuela, avecilla, ¡Vuela! A pesar de que algún día pudieras lastimarte en tu aletear veloz. Es bueno que recuerdes que tu Diseñador te formó y que te cuida. ¡Aunque alguna vez pudieras estar atrapada! Aspira siempre a tu más alto destino.

Oh, Vida, eres un manantial infinito de ternura, compasión y amor.

Sed y anhelo de mi corazón: tener clara conciencia del valor de la existencia.

Con el Dador puedo esperar confiado en que el regalo de los regalos, el florecimiento del corazón, sucederá naturalmente al ritmo de la vida.

En Oriente hablan de Dios como “Verdad, Conciencia y Dicha”. Y ciertamente esa Divina Fuerza está llena de realidad, inteligencia y alegría supremas.

¿Qué cadenas atan mis pies? Soy hijo de la Libertad, pero ¿soy en verdad libre? o ¿los pensamientos me encadenan los sentimientos?
Quiero reconocerme hijo del viento y de la luz.

Pacificador del corazón. Cuando te llamo con insistencia desde el fondo de mi ser ¡Tú me apaciguas tan deliciosamente!