13/1/10

FASCINACIÓN


Glorioso Supremo, qué especial apreciar tu obra también en el cosmos. Recordar la inimaginable relojería del universo, sus planetas, constelaciones, miríadas de estrellas. Astros, lunas, soles. Eclipses, auroras boreales, estrellas fugaces.
¡Cuánta imponencia en tu creación!
¡Cuánta majestuosidad!

Es seductora la belleza de los montes y la vegetación. En su humilde servicio, estos compañeros inseparables nuestros en esta creación cantan silenciosamente a la Belleza que los creó.

La luna
la brisa
la palma
universo de gozo
precioso al alma.

Señor, tus aves, con su diseño altamente evolucionado para volar, son seres que siempre nos han atraído por su belleza. !Y pensar que en cada pluma de un ave has puesto multitud de elementos sabiamente formados para el vuelo y la protección!

La salida de una mariposa de su crisálida es maravillosa. Aún con sus alas todavía plegaditas, comienza el delicado insecto a caminar y en pocos segundos estira sus alas. ¡Cuánta belleza!
Esta crisálida, unos instantes antes, parece un objeto inerte. Pero la mágica transformación se opera allí. De pronto comienzan movimientos interiores; y luego el milagro ante los ojos.
¡Cuántas tus maravillas, oh Suprema!
Y qué maravilloso que Tú, Bondad, de forma parecida me guíes a una transformación enaltecedora, donde pueda elevarme de las imperfecciones que me circundan y de lo negativo en mi.
Que pueda llegar a ser como esa mariposa, que en adelante no se habrá de alimentar (como el gusano de donde provino) de las hojas amargas, sino que pueda libar del más dulce néctar.

ANHELO

Mariposa tan preciosa
reina de los aires
que rauda te remontas
tras lo alto de los vientos.

Un día fuiste oruga
y Dios, que es tan sabio,
guardó en ti el sueño
de volverte un ser alado.

¿Habrá Él puesto así un anhelo
de ser cambiados con su Luz
de seres mundanos
a seres de sueños?