12/1/10

SUBLIME REGALO


¿Cuál es el Regalo?
La vida lo es. Esta Creación. Cada aliento que recibo sin pedirlo.
Este universo. Esta conciencia que me invita cada día a ser feliz.

Había una vez un rey muy generoso y rico que anhelaba repartir su riqueza, pero no sabía cómo. Tenía multitud de súbditos, regía a muchas personas y era en realidad un gobernante muy especial. Él quería mucho a toda su numerosa gente y un día recordó que tenía una maravillosa mina de oro, y ya que su gozo mayor era compartir lo que tenía, este rey pensó en cuál sería una buena forma de distribuir este oro; entonces pensó y pensó y finalmente, con todo su oro, decidió fabricar muchísimas cadenas muy bellas, para que todas y cada una de las personas de su reino llevaran una preciosa cadena de oro consigo.
Así mismo es el regalo que nuestro Hacedor nos ha dado al otorgarnos esta vida. Esa energía de vida dentro es como la cadena de oro del Rey Supremo.
Y bien pudiese ser denominado el Sublime Regalo, ya que entre todos los regalos es el obsequio supremo.

Sublime posee sinónimos como: excelso, glorioso, extraordinario, maravilloso, prodigioso, asombroso, sorprendente, fantástico, fabuloso, espléndido, soberbio, magnífico, majestuoso, grandioso, imponente, exquisito, perfecto, incomparable, único, divino, celestial.
Todos estos calificativos le van bien al regalo de la vida porque es excelso y nace de una Bondad ilimitada.
Es sublime la existencia como lo es el amor incondicional de una madre, o la entrega de un héroe; es elevado regalo como la perfección de un amanecer, o la pureza de la risa de un niño.

El Regalo es tener los ojos de la apreciación de Ti, Emperador Supremo, que tan sabiamente guías los elementos naturales.
Es valorar las gotas de la lluvia y el trinar del ave.
Es apreciar que las flores sean tan bellas.
Es admirarse de la danza de la abeja y regocijarse ante cada puesta de sol.
Es sentir en cada aliento el impulso amoroso de Ti, Buen Dios.

El Regalo de los regalos: vivir por Ti.
La Sabiduría de las sabidurías: el reconocimiento de tus dádivas, Bondad.
La dicha de las dichas: amarte con todo el corazón.

Cuanto más conozco el Regalo, más admiro al Hacedor.