12/1/10

GENEROSIDAD ILIMITADA


Tan preciosa invitación:
Este majestuoso escenario giratorio llamado cosmos.
Las cordilleras llenas de verdor.
La flor que brota de la tierra.
El impulso inagotable de juego de los niños.
La pureza del amor del corazón.
La sumisión de las nubes movidas por el viento.
La prodigiosa fuerza llameante del astro rey.
El rítmico vaivén del aliento de la vida.
La preciosa actividad de la conciencia.
La dicha del alma que te ama, oh Dios.

Dador, es tan lindo sentirte en mi corazón y descansar en ese hogar tan delicioso, esa seguridad tan acogedora.
Es tan apacible encontrarte siempre allí, Padre, con tus brazos tan abiertos. Y cuando mi esencia puede admirarte, puede sentir la tibieza de tu amoroso cuidado.

Tu regalo sagrado:
luz en el alma
dicha serena
conciencia elevada.

Oh, Bondad excelsa. Eres un mar inagotable. Traes y llevas en tus corrientes la vida. Tapizas las costas de blandas arenas. Haces descansar las olas en la orilla. Derrumbas en mis playas mis castillos de arena. Y siempre mantienes y cuidas mi corazón.

Cuando pienso en tus regalos, una y otra vez, pienso en Ti, Divino Dador. Las palabras no alcanzan para enaltecer suficientemente tu generosidad ilimitada.

Sentir y reconocer el amor que viene de Ti, Hacedor, es uno de tus mayores dones.

RESPLANDOR

Destellos de tu generosidad:
el fino vuelo del ave
el libar de la mariposa y su gracia
el milagro de la vida que brota en la semilla
la claridad del astro que en la noche titila
la danza nocturna de las constelaciones en el cielo
y el silencioso rotar de ésta, tan preciosa esfera.